El dióxido de cloro es una de las sustancias desinfectantes más utilizadas actualmente, pero no debe confundirse con el cloro ordinario, aunque están emparentados, son muy diferentes químicamente y, así mismo, tienen propiedades diferentes. En este artículo te contamos acerca de las ventajas del dióxido de cloro.

El dióxido de cloro es varias veces más potente que el cloro, esto hace que sea más práctico utilizarlo como desinfectante, entiéndase por esto último no solo limpieza de superficies, sino toda aquella actividad en donde es necesario eliminar microorganismos, tal como la purificación de agua, el riego agrícola, saneamiento de equipos que procesan alimentos, etc.

Pero el dióxido de cloro no es una versión concentrada del cloro, como hemos dicho, tiene propiedades diferentes, y una de estas diferencias que también es una ventaja, es que puede atravesar de forma más fácil la pared celular de los microorganismos, eliminándolos al reaccionar con los aminoácidos de la bacteria en cuestión, pero lo que hace esto último relevante, es que el dióxido de cloro puede matar bacterias que son resistentes al cloro, con lo que sin duda es un biocida más eficaz.

El dióxido de cloro solo actúa por oxidación, es decir, no se mezcla ni produce subproductos como si sucede con el cloro, esto evita residuos de fenoles clorados, dioxinas y otros elementos o sustancias toxicas. Al actuar por oxidación, también se degrada fácilmente y es mucho menos corrosivo que el cloro, por lo que también es una sustancia ecológica, razón por la cual es usada como desinfectante agrícola, de agua potable, limpieza de alimentos, y más.

Cabe destacar que el dióxido de cloro en dosis adecuadas, no es dañino para consumo humano, por lo que puede también usarse para la desinfección domestica de agua y alimentos sin problemas.

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