El mundo de los formatos audiovisuales es más interesante (y difícil) de lo que uno pensaría, no solo se trata de calidad, calidad y más calidad, un formato tanto de vídeo como de audio, debe ser capaz de tener un peso óptimo para poder difundir el contenido de forma sencilla y acorde con las disposiciones de tecnología actual de los usuarios en general. Solo para que te des una idea, una canción sin comprimir puede llegar a pesar varios cientos de megas, si eres lo suficientemente viejo, entenderás que si esto no hubiese mejorado, ni el iPod, ni Spotify ni muchos otros productos o servicios hubieran sido lo suficientemente prácticos como para haber existido comercialmente hablando, es aquí que la importancia del formato MP3 es mucho más que la de un códec de audio conocido, sino que se trata de un formato que abrió la posibilidad a desarrollar un nuevo mercado.

El MP3 se empezó a desarrollar en los años 80 como parte de un proyecto científico en el que se buscaba diseñar un formato de audio que comprimiera la información a niveles más prácticos, pero manteniendo una calidad aceptable. El objetivo se cumplió, pero debido a que su desarrollo no estaba patrocinado por ningún gigante tecnológico, otros proyectos gozaban de mayor influencia y mejores oportunidades para consagrarse como el nuevo estándar de audio.

Lo anterior no disminuyó el ánimo de los creadores del MP3, pero con recursos tan limitados, la promoción de este formato sólo podía hacerse en ferias de ciencia y conferencias en universidades. Sin embargo, esto marcó la diferencia ya que, con la masificación de internet, el formato MP3 se popularizó de manera notable, al ser un formato práctico, descargar mp3 gratis fue algo habitual para millones de usuarios en el mundo.

Lo anterior hizo que el MP3 se consolidara frente a otros formatos, esto muy a pesar de grandes empresas de la industria musical, pero sin duda muy ventajoso para millones de usuarios. Hoy por hoy el MP3 es usado como parte del códec de audio en videos, como medio para compartir música streaming, incluso es un formato libre que cualquier usuario puede utilizar para difundir sus creaciones, ya sea música, podcast, audiolibros, etc.