Como casi todos los juegos de disparos en primera persona, el modo competitivo acaba generando aún más interés por parte de los jugadores, ya que hay una mayor evolución de los que se dedican más al título. Overwatch tuvo su modo competitivo lanzado inicialmente sólo en el PC, pero la actualización llegó más tarde para PS4, Xbox One y Nintendo Switch.

En primer lugar, no se puede entrar en el modo competitivo de Overwatch con poco tiempo de juego. Para entrar, debes tener al menos el nivel 25 en el juego. Esto significa que puedes entrenar mucho en los partidos normales, obteniendo niveles y esa confianza para competir realmente contra otros jugadores.

Blizzard hizo esto para dar a todos los jugadores la oportunidad de acostumbrarse al juego, divirtiéndose como nunca antes, para luego entrar en modos más "serios". Así se evita que alguien que acaba de coger el juego, entre en el modo competitivo y, sin saber exactamente cómo funcionan las cosas, acabe hundiendo al equipo (y se convierta en el blanco del "veneno" de otros jugadores).

Cuando entres en el modo competitivo de Overwatch, notarás que todavía tienes que participar en diez partidos diferentes para clasificarte. Basándose en su rendimiento individual y el de su equipo, usted recibe una clasificación.

Los jugadores que están acostumbrados Overwhatch y juegan bien tienen un promedio de 55 puntos. Los jugadores más experimentados y de nivel profesional han marcado más de 70. Cabe destacar que un obstáculo que se da de forma común en la plataforma son los overwatch aimbot que son programas de terceros que dan ventaja a algunos jugadores.

Estos puntos pueden cambiar a medida que juegues juegos más competitivos. Si te enfrentas a un equipo lleno de jugadores con niveles mucho más altos que los tuyos, ve esto como una oportunidad, ya que, si tú y tu equipo podéis vencerlos, tu clasificación aumenta considerablemente.

Las partidas competitivas son en su mayoría al mejor de tres encuentros. En los mapas de escolta, asalto e híbridos, cada equipo tiene una oportunidad de atacar y otra de defenderse. Se ganan puntos al completar algunos objetivos, como llevar la carga útil a un determinado punto del mapa o impedir que avance durante un determinado período de tiempo.

En los mapas de control, donde hay que capturar un área, las partidas se convierten en una mejor de cinco, es decir, quien gana tres veces garantiza la victoria completa de la partida.

En caso de empate, se lanza una moneda para decidir qué equipo atacará y cuál defenderá. Ambos tienen dos minutos para completar sus metas e intentar ganar la partida.